#DiscosDelMes #Septiembre23

LewsbergOut And About

Mediante el rock slacker de Jonathan Richman, los momentos más desenfadados de The Velvet Underground y el dulce naïveté de Le Mans, el cuarto disco de Lewsberg es encanto fugaz. El cuarteto de Rotterdam es económico en forma y breve en narrativa, entregando canciones volátiles que permanecen por días. Hay una sinceridad que es entrañablemente pop, amigablemente rock, pero proveniente de otra época, muy lejana ya, muy 90s, que rinde un involuntario homenaje a K Records y Cherry Red.

Spirit FestBear in Town

Este “súper grupo” conformado por el dúo japonés Tenniscoats con miembros de The Notwist y Aloa Input también entregan su cuarto disco para Morr Music. Y nada ha cambiado desde Mirage Mirage, disco que acompañó los early days de la pandemia en el 2020. Bear in Town sigue amplificando el twee de Tenniscoats, con preciso enfoque hacia lo bucólico y el bossa-pop. Las habituales baladas de Markus Acher siempre calman la espera de algo nuevo por su banda principal, creando un afable espacio de lindos y brillantes sonidos pop que sirven para recibir el otoño.

Florencia Ruiz Calandria

Florencia Ruiz es una de las mejores compositoras argentinas, punto. Con una voz diáfana e introspectivos acordes que emanan de su cristalina guitarra, la cantautora eligió el camino independiente desde su primer lanzamiento en el 2000. Florencia sigue siendo un secreto musical a descubrir y Calandria es un disco de canciones acústicas y minimalistas, en su mayoría, que pudieran ser un punto de partida antes de virar hacia el origen de su carrera, el inigualable Cuerpo. Un tema como Perdida, en colaboración con Andrea Alvarez y Claudia Sinesi, es muestra fina y fiel de que el rock argentino no es lo que tú crees que es.

Peter Gabriel i/o

Ha sido un gozo, un placer de referencias y consecuencias, el mes con mes ir de la mano de Peter Gabriel, quien desde diciembre del 2022 explica con detalle lo que hay detrás de las 10 canciones que ha compartido hasta hoy vía YouTube; con extraños videos realizados por IA y un par de mixes (por Tchad Blake y Mark ‘Spike’ Stent) para cada track. Pero escucharlos individualmente no llena el estómago y es al hilar las canciones en secuencia cuando se revela uno de los mejores discos de Gabriel desde So (1986). Es prog-pop del bueno, es dad-rock para escuchar en boombox, con las inteligentes observaciones de Gabriel sobre los actuales poderes que marcan nuestros destinos, como individuos y humanidad. De entrada, las épicas y cursi-conscientes baladas, como Love can Heal o Playing For Time, con arreglos orquestales que derriten acero y piel; mientras que The Court y Four Kinds of Horses están allá arriba, al lado de Solsbury Hill y Red Rain. That’ll do, Pete…

Laurel HaloAtlas

Un misterio a descifrar, esta colaboración de Laurel Halo con Lucy Rialton, James Underwood, Coby Say y Bendik Giske. Lejos del universo de techno experimental que la vio nacer, aquí Halo se va por la senda abstracta del ambient, evadiendo los actuales clichés del género e integrando piezas conformadas por telas y telas de sonido espectral que mutan y escapan al estilo William Basinski, aunque con mayor fidelidad. Atlas requiere un deep dive, sumergirse hasta que los pulmones exploten y uno quede ahí flotando en la deriva de un abismo que refleja sueños perdidos y belleza inexplicable.

Best Available Technology Untitled

Kevin Palmer desarrolla patrones básicos de música electrónica minimalista que cuidadosamente son diseccionados bajo la práctica del dub. Pareciera que todo se está desintegrando, cayéndose poco a poco en pequeños trozos, como si se tratara de ideas frágiles que se rompen al pensarlas. Lo raro es que luego vuelves a escuchar el disco y pareciera que alguien cambió cada pieza que integra este inquietante y silencioso hilo de burbujas que explotan en cámara lenta a la par de la memoria. Me fascinan este tipo de trucos sonoros.

Loraine JamesGentle Confrontation

Postales desde el universo íntimo de Loraine James, mediante ritmos espasmódicos, estéticas IDM y reflexiones ultra-soul. El cuarto álbum de James es el equivalente a un disco de cantautor confesional, en donde ella comparte su proceso de sanación, en tiempo y espacio, en lo macro y micro de su haber y ser. Es una gratificante sensación, a lo largo de repetidas escuchas, descubriendo en cada colaboración (con Marina Herlop, Eden Samara o Contour), la geografía emocional de esos instantes que conforman las motivaciones, recuerdos e identidad de esta singular productora de Londres.

EartheaterPowders

Trip-hop is back, baby! y lo nuevo de Alexandra Drewchin es muestra de ello. La voz de Eartheater, distintiva, potente y casi infinita, sigue siendo la razón para estar aquí después del folk ácido de su impresionante disco Phoenix (otro grato acompañamiento en los early days de la pandemia 2020). En Powders, Eartheater traza una ruta más convencional hacia la canción electrónica pop. Siendo la primera entrega de dos, con el disco Aftermath prometido para el 2024, en este ya quedan pocos bosquejos de su era experimental y eso asienta bien, por ahora. Mientras el disfrute siga siendo performático, extraño y estruendoso al borde de lo post-humano, lo de Eartheater nos mantendrá en raya por otro rato.

Oneohtrix Point NeverAgain

Y hablando de post-humanidad, los residuos del vaporwave se transmiten al mainstream, en este reciente ejercicio de 0PN que llega desde su post-fama como Daniel Lopatin, tras exitosos soundtracks para A24 y colaboraciones con The Weeknd. A nivel especulativo, 0PN resalta la abstracción y paranoia de lo sonoro mediante la tensión que existe en lo que nuestra memoria registra como pasado y futuro. Esta dicotomía luego se extiende hacia estéticas que yacen entre lo analógico y lo digital, resultando en momentos excesivos de prog-rock y música clásica contemporánea imaginada en la naciente era de la inteligencia artificial. Al final todo es consumo, todo es desechable, empezando por la misma tecnología que, otra vez, filtra y altera nuestros sueños.