La accesibilidad al dúo de culto Coil siempre fue algo de lo que vanagloriarse, por esa escasez en los formatos físicos que en su época editaban. Ahora que John Balance y Peter ‘Sleazy’ Christopherson ya no existen en este plano existencial, resulta muy fácil encontrar su música. Y de las cosas que más me gustan está Black Antlers (2004), recién re editado por Dais, quizás uno de los discos más accesibles del dúo inglés, musicalmente hablando. Inicio el playlist de julio con la canción tradicional de cuna All the Pretty Little Horses: una abstracción bella y enigmática que sigue fascinando veinte años después de su versión original en un disco de Current 93.

Soy fan de los ingleses Caroline, son como unos Black Country, New Road mejor logrados, y su segundo disco es prueba de ello. Esta nueva colección suelta de canciones gira y ofrece regalos obtusos por descifrar en cada escucha. Me gusta ese caos, esa incertidumbre en eso que normalmente entendemos como canción, pero que finalmente logran aterrizar en melodías y esquemas post-rock (¿y post-emo?) muy asequibles.
Tommy Paslaski (Concave Reflection), Ben Paulson (kindtree) y Akeem Asani (Millia) son Purelink, y su segundo disco ofrece soluciones a las ansiedades provocadas por la vida urbana. Se trata de una serie de bosquejos nocturnos, de ambient profundo, con cadencias ligeras que sugieren una colectividad orientada a la reflexión, alcanzando esa intimidad que solo puede anhelarse tras el uso adecuado de la tecnología musical.

Los hermanos SPARKS llevan ya más de 10 años de renacimiento, en lo que tal vez sea la última etapa en su carrera de 54 años. En ese sentido, quizás no haya mucho más que agregar a su canon musical, pero aún así no dejan de impresionar, como en esta viñeta de su más reciente disco, MAD!. Cuando se lo proponen, siguen siendo geniales, jamás recurriendo a la nostalgia, y canalizando esas aseveraciones propias del mundo híper-consumista de un lugar como Los Ángeles, ciudad de origen de este entrañable dúo meta-pop.
Lo mismo sucede con el más reciente disco de Stereolab, Instant Holograms On Metal Film, que más que parecer un nuevo disco de Stereolab, simplemente sigue siendo un disco de Stereolab. Requiere muchas escuchas; no es un álbum para poner y pasar a lo siguiente. Exige un acto profundo de atención para escudriñar todos esos detalles y arreglos que, finalmente, desembocan en una serie de canciones que reafirman lo especial que siempre ha sido Stereolab.

La abstracción analógica del tijuanense Simonel, en rico slo-mo, nos conduce a lo nuevo de Qasim Naqvi, en colaboración con Moor Mother: una reflexión, al estilo de Laurie Anderson, sobre el decaimiento de la humanidad en tiempos del feudalismo tecnológico. Un espacio flotante donde la voz de Moor Mother explora el fin de todo. A continuación, un remix del poeta Saul Williams a lo más reciente de Tortoise, donde el chivo expiatorio de la traición del capital es la expulsión de todo aquello que incomoda, impulsada por la fuerza canceladora del omni-poder blanco, eso que llamamos opresión.

Como candidato a uno de los mejores lanzamientos para sobrellevar las decepciones de cualquier verano nocivo, está Panta Rei de Ehua: una colección de tracks en progresión infinita e inteligencia real. Antes se le llamaba bass al género, pero yo sigo apuntando hacia lo quebrado, hacia ese impulso que brota de cada ritmo sintético con una intención clara de intimidad y abrazo al dancefloor.

Cerramos con la locura insustancial e intangible de The Universe Will Take Care Of You, la colaboración entre James Holden y Wacław Zimpel: arpegios meet clarinete. Una serie de improvisaciones que abogan por una trascendencia brutalmente psicodélica. Es el espacio perfecto para el escape, para olvidar que somos, que alguna vez existimos y que, tal vez, nunca volveremos a ser.
Agosto will be cruel to be kind …
(en portada: Coil)