En un lento inicio, el 2025 trajo muchas cosas arrastrando del año anterior, pero ese break interminable entre el viejo y nuevo año, la cuesta de enero – que cuesta mucho, btw – entrega una reflexión tardía para entender con más calma la música a partir de tracks.

Me encanta el disco de Milan W, y el popurri soul de Sault no lo he podido dejar de escuchar, son cosas que me atrapan y me dejan pensando, en un loop constante que abre nostalgias de sonidos como los conocía antes; léase la continuación inadvertida por parte The Wolfgang Press o el noise gaze de Three Quarter Skies. Y eso no tiene nada de malo, de vez en cuando quedarse en esa meta-modernidad como la que entregan los alemanes Tarwater y Toechter.
… seguimos en marzo.