L’Rain – I Killed Your Dog
Nadie dijo que te tenía que gustar L’Rain, pero la verdad es que es irresistible, en toda su incontinencia multicolor de post-punk, indie-rock y ambient-pop. También hay vanidad en la vanguardia y contemplación en las brillantes explosiones que suceden a lo largo de la grabación. La exploración también investiga el dolor, las relacionas fallidas y el luto. Pero no es un disco triste, va por encima de la obviedad, siendo sus capas un profundo viaje que reflexiona sobre la productividad laboral y los lazos que unen a comunidades musicales. Es un disco para enfrentarse en el espejo, mientras termina uno de alistarse, antes de iniciar cualquier día.
Youth Lagoon – Heaven is a Junkyard
Quizás, si el sofisti-pop de Youth Lagoon no fuera tan sincero y entrañable, otro campo magnético capturaría tu atención. Un regreso inesperado – tras Youth Lagoon desaparecer en el 2016 y casi perder la voz tras una reacción negativa por fármacos – que al mismo tiempo es un abrazo amable y profundo. Esta colección de instancias es poptimista y universal, una serie de relatos que retratan panoramas instagramáticos del pueblo estadounidense, en toda su complejidad y contradicción: un cielo desolado, lleno de basura y con un mínimo grado de esperanza. Es el hogar demolido, por la política y creencias, pero que seguimos amando, al que le cantamos y al que siempre regresamos, sooner or later.
Blonde Redhead – Sit Down for Dinner
La mesa está servida y la suerte está echada. Lo que queda, después del postre, es ese recuerdo enigmático de lo que eran Blonde Redhead: extraños, matemáticos e impenetrables. Pero en su paso por la 4AD hacia la independencia, todo se cargó hacia el dream-pop, hacia las melodías etéreas, el dolor y la nostalgia. La invitación a escuchar este disco, a cenar con ellos, no debe rechazarse, pues se trata de la mejor colección de canciones desde su disco “23” en el 2007, . El tiempo pasa rápido, los gemelos italianos y la chanteuse japonesa te esperan, y la comida tan sólo puede mantenerse calientita por breves momentos. Así que dig in.
Crime & The City Solution – the killer
De las dos bandas australianas que aparecieron en el filme de Wim Wenders, Der Himmel Über Berlin, una se hizo bien famosa y la otra desapareció por años. Nick Cave and The Bad Seeds son ahora household names y Crime & The City Solution del cantante Simon Bonney siguen siendo banda de culto. Afortunadamente, en los últimos diez años hemos vistos dos discos de Bonney y compañía, el más reciente siendo the killer (nada que ver con el terrible filme de Fincher, afortunadamente). En the killer, Bonney continúa elevando el country gótico hacia nuevas guirnaldas de gloria y desesperación, en un gradual y lento descenso a las solitarias neblinas del interior. Al ser sometido a este abrazo asesino, no queda otra mas que dejarse ir y dormir, esperando soñar para siempre.
Ghost Train Orchestra & Kronos Quartet – Songs & Symphoniques: The Music of Moondog
El mítico Moondog recibe un bello homenaje en esta colaboración del Kronos Quartet con Ghost Train Orchestra, invitando a Jarvis Cocker, Marissa Nadler, Rufus Wainwright, Joan As Police Woman, Petra Haden y Karen Mantler a unirse a la celebración. En esta nueva revisión musical a su cosmogonía, se revela el porqué de su genio, profundizando en Moondog como figura marginal clave en los 60, inspirando a la santísima trinidad minimalista de Glass, Reich y Riley. Este tributo también revela el lado humano de la bestia, entregando palabras, frases, ideas y melodías que muestran que esta deidad era más carne que polvo cósmico, teniendo un entendimiento profundo y, antes de tiempo, con la era post-antropocéntrica.
Vanishing Twin – Afternoon X
A medida de que Vanishing Twin ha adelgazado de miembros, consistiendo ahora de Cathy Lucas, Valentina Magaletti y Zongamin, mejor le ha asentado al grupo. Afternoon X es el disco equivalente al … And Then There Were Three… de Genesis, maybe, siendo la oportunidad perfecta para evolucionar la vocación del proyecto. Afternoon X termina siendo menos inmediato que los anteriores discos y requiere de repetidas escuchas para encontrar el hilo conductor, en donde el pastoreo libre domina sobre la ejecución musical. En lugar de los tiki-ritmos, ahora tenemos cápsulas endebles llenas de dream-loops. Vanishing Twin está en clave transitoria, en donde estos lánguidos y narcóticos parajes, podrían abrirse más y encontrar ahí la identidad de su siguiente encarnación. Mientras tanto, let’s go deep!
Lost Girls – Selvutsletter
Lo más reciente de Jenny Hval para la 4AD nos quedó un poco a deber, pero en esta nueva colaboración con Håvard Volden, como Lost Girls, se recobra momento y dispersión. En este segundo tomo de Lost Girls, el objetivo es la percepción de lo invisible, el lujo de desaparecer de un mundo que todo registra, retroceder un poco y reflexionar. Partiendo de riffs post-punkeros, la mayoría de los tracks terminan integrándose a un mundo flexible y bailable, con repentinos altos en la contemplación. Se toma su tiempo esta evolución, y es lo bello de este disco, ver cómo glaciares rítmicos van destruyéndose (o construyéndose) poco a poco. No es bailar por bailar, pues, es bailar para pensar. Todo cambia, nada se detiene y nada es igual al final.
Dasha Rush – Contemplating
El nombre del disco lo indica todo, aunque esta contemplación no es estática. La reflexión siempre está en movimiento, expandiendo los límites del horizonte, más allá del ambient y aterrizando en parajes experimentales de dub analógico. Dasha Rush logra imprimir su personalidad al atiborrado mundo de la música ambient y se percibe un ser humano detrás de los controles, midiendo cuidadosamente, soltando de vez en cuando y amplificando la experiencia mediante texturas, ritmos y armonías. Es el sonido Raster llevado a su mínima expresión, aterrizando suavemente en la piel, sintiendo ese low-end explotar brevemente en el vientre y logrando que paquetes de memoria escapen lentamente de uno sin reserva alguna.