Hidrogenesse lanzó el álbum instrumental de música electrónica Cielo repleto de naves extraterrestres, compuesta por encargo del director de cine Nacho Vigalondo para “La alarma”, su participación en los remakes de la serie Historias para no dormir.
El disco es una extraña y agradable anomalía dentro la discografía de Hidrogenesse, una colección de estados de ánimo que son su propio universo, sin necesidad de las imágenes de Vigalondo para provocar tensión y perturbación, trayendo a la memoria las bandas sonoras de Wendy Carlos para el cineasta Stanley Kubrick.
Platicamos con Hidrogenesse sobre esta grabación y también sobre la música creada para cine que disfrutan sin el acompañamiento de sus imágenes.
A pesar de ser temas hechos con máquinas electrónicas, hay una calidez, una tristeza, que permea estos tracks. ¿Son por naturaleza las máquinas que usan tristes y solitarias? ¿Cómo las mantienen felices?
Con las máquinas se puede hacer lo mismo que con instrumentos acústicos, música emotiva, aburrida o totalmente aburrida y aséptica. Si las melodías que suenan en el disco son tristonas es porque nos pidió el director, necesitaba una música que crease una atmósfera agobiante y que contrastase con las interpretaciones de actores tan histriónicos como Javier Gurruchaga o Carlos Areces.
Me llama la atención el título del filme al cual estos tracks pertenecen. Sobre todo porque, al parecer, hay un consenso por parte de muchos gobiernos del mundo de que sí existen ovnis. ¿Ustedes cómo entienden o explican estos fenómenos? A mí, en particular, me emociona saber qué tipo de música estarían haciendo o escuchando quienes operan estos objetos.
El título sale del guión. Es lo que ponía cada vez que un personaje miraba por la ventana. Lo más bonito de la película (“La alarma”) es que los extraterrestres se pueden interpretar como espectadores de nuestra realidad y los protagonistas, los humanos, somos el entretenimiento de los extraterrestres. Como si la tierra fuese un autocine en el que aparcan sus naves para ver un película.
La primera música de sintetizadores que escuché fue la de Wendy Carlos (Kubrick, Switched On), a principios de los 70. Era muy joven, pero siempre me dio una sensación de otredad en su música, algo muy extraño, ominoso y lejano. Esta banda sonora me remonta mucho a eso, a como cuando escuché por primera vez la música de Wendy Carlos en La Naranja Mecánica.
La música electrónica tuvo siempre ese atractivo, que no podías relacionar los sonidos con instrumentos (una trompeta, una guitarra, un tambor) ni con gestos (golpes fuertes, movimientos suaves). Era algo abstracto, sin ataduras con el mundo real.
Muchas bandas sonoras de Hollywood parecen obviar los sentimientos, intentan manipular lo que uno siente al ver una escena. ¿Cómo fue su acercamiento para crear su música en relación con las imágenes? ¿Tuvieron libertad o hubo una dirección en concreto que tuvieran que respetar?
El director Nacho Vigalondo nos explicó muy bien qué necesitaba de la música para esta película y sobretodo nos dejó claro qué es lo que no le gusta de la mayoría de bandas sonoras que se hacen ahora. A partir de ahí nos dio libertad total. Con sus directrices y leyendo el guión empezamos a hacer diferentes piezas y se las enseñamos. A él le gustaron mucho y las fue colocando en las escenas mientras estaba haciendo el montaje. Luego, simplemente hubo que hacer unos retoques, ajustar el resultado viendo las imágenes, el ritmo de los movimientos y del montaje, y desarrollar alguna de las piezas hacia extremos más caóticos y ruidosos.
¿Cuáles son sus bandas sonoras favoritas? ¿Hay alguna que para ustedes funciones stand alone, sin necesidad del filme?
Las bandas sonoras de Michel Legrand para Jacques Demy son las que más a menudo escuchamos, nos parecen las mejores obras de imagen y música creadas en el siglo XX. También, nos gustan mucho las de Sara Montiel, por los arreglos de los clásicos que cantaba y también por el resto de música en la banda sonora. También, nos gusta mucho la música de Wendy Carlos, la cantera de música que salió de la BBC Radiophonic Workshop, Henry Mancini, François de Roubaix, Dimitri Tiomkin, Elmer Bernstein…
Y finalmente, ¿qué filmes españoles han influido musicalmente en Hidrogenesse?
No ha sido una influencia porque la película es nueva, de este año, pero recomendamos mucho la banda sonora que ha hecho Hyperpotamus para la pelicula “Inmotep” de Julian Genisson. La película también nos encantó. Es muda, es divertida y es transcendental.