Conversaciones con Scanner

En su trabajo como Scanner, Robin Rimbaud se involucra en el proceso de la vigilancia, obteniendo acceso a la tecnología y su lenguaje; transgrediendo al mismo tiempo los juegos de ese poder voyerista. Scanner se considera un ensamblador del pasado electrónico en nuestro futuro digital, buscando en los medios de comunicación electrónicos la materia prima con la que construye sus collages sonoros de música electrónica. Músico, escritor, curador, crítico de medios y anti héroe minimalista, Scanner siempre se encuentra trabajando en una variedad de proyectos que lo sitúan en el entronque de la cultura académica y la cultura del pop digital. Scanner es controvertido por la notoriedad de sus primeros trabajos, en donde “scanneaba” conversaciones de teléfonos celulares y las incorporaba a sus atmósferas electrónicas, enfocándose en la temática de la privacidad y la dicotomía existente entre la tecnología de control de masas por el sector privado. Recientemente Scanner se encuentra trabajando con el artista gráfico Tonne en una serie de instalaciones alrededor del mundo tituladas Polaroids de Sonido. Traduciendo la imagen a sonido y viceversa, el trabajo promueve el colapso de la legibilidad hacia textura, la destilación del sonido hacia perturbación acústica, amplificando los sonidos invisibles electrónicos de la planicie urbana.

EJIVAL: ¿Quién es Scanner?

SCANNER: Soy alguien que siempre ha estado interesado en el sonido como medio. Yo inicié haciendo música con sonidos desde que tenía trece años, sin considerar que haría una carrera de esto, simplemente porque lo disfrutaba. Continué jugando con esto, y de hecho aun siento que sigo jugando. Lo que saco no consideraría que son grandes discos, yo las llamaría ‘transmisiones permanentes’ que dicen: “Scanner sigue vivo y esto es lo que está haciendo en estos momentos”. Y siento que cada una de esas transmisiones es un paso ligeramente diferente que no necesariamente está dirigida hacia una dirección que enfoca o refleja el interés que actualmente me mueve.

Justamente vemos un desarrollo en tus trabajos más recientes, sin embargo los medios te siguen viendo como ese geek que intercepta llamadas telefónicas.

Es interesante que la gente te juzgue por lo que escuchan, de la misma forma en que yo juzgo a un actor por las diferentes películas en las que sale. Pero la gente siempre se involucra en diferentes proyectos y es un hecho que mis grabaciones son un 20% de todo a lo que me dedico. Y siempre me asombra que la gente se acerque y me diga que no le gustan mis nuevos discos. En primer lugar, pues no soy una rockola, no soy Radiohead. No soy alguien que toca canciones que ya conoces, raramente hago eso, como esta noche, que he retrabajado algunas piezas que tal vez la gente reconozca si es que tienen discos viejos de Scanner. Me gusta la idea del efecto que puedan tener sobre la memoria estas grabaciones, tomando en cuenta que las piezas suenan radicalemente diferentes a las originales.

Y atendiendo tu pregunta, sí, mi sonido ha progresado en el sentido que antes utilizaba voces, y aún sigo trabajando con esas formas; trabajando en la radio, un medio que me encanta, trabajo con actores y actrices, trabajo con poetas y escritores también. Lo que pasa es que mi trabajo de alguna forma se extendió, escuchaba las conversaciones interceptadas y después me interesé en el espacio que existía entre estas conversaciones, esa extraña banda sonora que acompañaba el lugar y las vidas de estas personas. Así que inicié haciendo piezas con esos espacios, si tú y yo dejamos de platicar un momento tal vez se escuche el sonido del vacío de este cuarto, un campo que tal vez no se escuche claramente mediante el teléfono o tu grabadora. Me gusta jugar con el sentido de estos espacios. Mis discos nuevos mezclan todos estos conceptos, géneros, experimentos y espacios.

¿Que ocupa el otro 80% de tu tiempo?

Mucho del trabajo que hago está basado en ubicaciones. Me interesa la idea del trabajo localizado en algún lugar y como éste se comportaría en el espacio de los años y cómo este espacio no quedaría atrapado en el mismo tiempo. En este momento trabajo en una pieza para un museo ecológico en Irlanda. Trabajo también en música para una compañía de danza en Asia. También trabajo en curaduría para museos; acabo de realizar uno en Holanda, bajo el Festival Impakt. También he trabajado bastante en el medio visual haciendo instalaciones de sonido, como la que está en la galería Hayward en estos momentos aquí en Londres. También me desenvuelvo en el medio digital, realizo una pagina de internet para un museo en Sheffield. Soy jurado para el festival Ars Electronica en Linz, Austria. Doy platicas en universidades, las cuales me invitan frecuentemente. Pero lo más interesante es que la percepción hacia mi es la de únicamente hacer discos.

Realizar un track básico de música electronica experimental es muy sencillo. Lo importante es aprender a que las herramientas no lo utilicen a uno.

En tiempos actuales, al realizar piezas de sonido, el enfoque de muchos artistas parece ser más en el proceso que en el resultado final, que a veces deja mucho que desear. ¿Que piensas al respecto?

Es una buena observación. Cuando era miembro del jurado en Ars Electronica, en Linz Austria, junto con Jim O’ Rourke, pasamos tiempo discutiendo acerca de los trabajos ahí presentados, ya que la mayoría de las veces lo que escuchábamos era “software”. Escuchaba procesos, pero no sentía que estaba escuchando el trabajo de alguien en particular, sus ideas. Escuchaba que había un sistema instalado, pero no el trabajo. Y creo que esto es un problema. Y creo que es un problema con todos los tipos de arte. Cuando ciertos tipos de “software” o ciertos desarrollos vienen, la gente los empieza a utilizar y trabajar con ellos de cierta manera, como en otros movimientos de arte, la gente se deja influir por el trabajo de otra gente y se sigue la pauta establecida. En el caso del “software”, el tema es mas complejo, porque los códigos de programación son realizados por otra persona o grupos de personas que a la vez tienen ciertas limitaciones. El trabajo se torna interesante cuando estas limitaciones se desbordan y hay algún error, o cuando alguien rompe ese código y encuentra una nueva forma de infiltrarlo.

Es como un instrumento tan antiguo como el piano, que ha existido por cientos de años, pero la gente sigue escribiendo buena música para piano. La música pop, de la cual soy un gran fan, aún viniendo del mundo avant garde, me encanta. La pregunta es si toda esta música es plástica. ¿Es la música pop una formula?. Y el problema con la música electrónica, es que a veces es fría, no niego que haya cierto calor en algunos trabajos, pero hay una tendencia con mucha gente de dejarlo frío por el uso digital de sonidos. A mi me gusta utilizar muchos los sonidos acústicos de mi propia voz, grabaciones exteriores o inclusive la voz de otras personas que le dan cierta naturalidad sonora al trabajo.

Pero regresando al “software”, es un problema el hecho de que necesita ser la aplicación más transparente. Regularmente escucho discos y puedo tener una idea clara de qué herramientas están utilizando y que tan fácil es realizarlo. Realizar un track básico de música electronica experimental es muy sencillo. Lo importante es aprender a que las herramientas no lo utilicen a uno.

Tomando en cuenta lo anterior, cual es tu enfoque para la realización de tus espacios

Siempre uno tiene la idea de una dirección y para ser absolutamente honesto contigo, rara vez sigues esa dirección que estableciste al inicio. Es curioso como funciona el cerebro, pienso que si fuera un excelente escritor, lo cual no soy, en palabras pudiera escribir lo que hice. Pero trabajo en un medio que tiene que ver más con los sentimientos, más con lo emocional que con palabras. Así que es difícil poder hablar de esto, la mayoría de las veces escucho sonidos que me gustan y que sugieren un modo para trabajar. Escucho un sonido que es bello para mis oídos y eso me lleva a realizar una pieza con este sonido.

La tecnología ha permitido ir hasta la parte mas pequeña del sonido y reproducirla a gran escala y viceversa. ¿Hacia dónde apunta la música electronica en el futuro?

Es una interesante pregunta sin respuesta. No que evada la pregunta, pero lo que a mi me gusta y me excita, el sonido como medio, realmente no sé a donde va. Me pudiste haber hecho esta misma pregunta hace seis años, seis meses, seis días o seis horas antes y probablemente no te la hubiera podido haber contestado. Me gusta la pregunta porque constantemente me sorprende. La tecnología digital ha desarrollado un nuevo lenguaje dentro del sonido, pero siempre hay algo por ahí retorciendo la historia, la narrativa. Música como el drum and bass, el jungle de repente apareció de la nada. Y ahora aquí en Inglaterra tenemos esta tipo de música llamada “Two Step”, “Speed Garage”, que es fantásticamente dinámica, con ritmos cortados encima de cantos tipo ragga. Música muy sexual y sensual. Estas cosas nacen y me emocionan. Me emociona utilizar el medio electrónico, y no exactamente y exclusivamente para hacer música electrónica. Me satisface que para mi propia dirección puedo mezclar ambos y trabajar cada vez más con músicos reales. Por ejemplo, he estado trabajado con el Kronos Quartet para realizar una pieza. No el yo escribir una pieza para ellos, sino prepararla juntos, que sería una forma diferente de cómo ellos trabajan. Me gusta la idea de que todos mis proyectos son dislocados el uno del otro. Me acaban de hacer artista residente para la radio de la BBC, así que tengo la oportunidad de hacer programas extraños acerca de la altura, espesor, grosor y la profundidad del sonido. Lo que me mantiene vivo es el no saber qué es lo que viene detrás de la esquina. Es muy emocionante.

La entrevista se condujo en el Queen Elizabeth Hall de Londres, en mayo 4 del 2000, previo a su presentación con Pan Sonic y FM Einheit.