Mouse on Mars y el fin de todas las utopías

Mouse on Mars, el dúo electrónico de Colonia, Alemania, giró por los Estados Unidos, promoviendo su disco Niunn Niggung en 1999, editado por el sello Thrill Jockey, cuya edición superaba la versión lanzada en Europa, en tracks y diseño.  No es la primera vez que Andi Thoma y Jan St. Werner venían a EUA, pero sí la primera vez que incluían al baterista y cantante Dodo Nkishi en sus presentaciones en vivo.  La dinámica en vivo de Mouse on Mars cambiaba completamente con esta alineación de trio, yendo más allá de sus usuales incursiones bailables y convirtiéndoles en una ágil agrupación de funk abstracto electrónico en vivo.

Entrevisté a Jan St. Werner en el club Casbah de San Diego, previo a su presentación, que también incluyó esa noche al grupo Trans Am

Versión europea de Niun Niggung

Ejival: La version europea de Niun Niggung es muy diferente a la version editada en los EUA y Japón.  ¿Es esto parte del proceso de mejorar el resultado final de su trabajo?

Jan St. Werner: La mayoría de las veces te decepciona el resultado final.  Con nuestro último disco tuvimos la sensación de que hubiera podido haber quedado mejor.  Queríamos que fuera muy dinámico y diverso, pero encontramos que la diversidad ya estaba dentro de las mismas canciones y que el álbum no necesitaba todos estos altibajos.  Pensamos que era demasiado fragmentado y muy apresurado.  Nuestras compañías nos pidieron canciones extras para nuestras ediciones en Japón y en Estados Unidos y decidimos que era una oportunidad de mejorar el disco.  En nuestra primera edición inclusive la portada representaba esa tension y velocidad pre milenaria.

Versión mejorada (para EUA y Japón) de Niun Niggung

Sí, me daba la impresión de que era la version del fin del mundo al estilo Mouse on Mars.

Exactamente, era nuestra versión del escenario apocalíptico.  Y aún así, esta nueva portada para nosotros es un comentario acerca de una idea de lo que es la sociedad, tal vez más relajada.  Tiene una mejor forma de humor que la portada anterior.  El disco inclusive es más coherente y nos gusta más.

Mencionas el humor. A pesar de la percepción de que MOM es un grupo intelectual y de ideas, la música siempre tiene la sensación de un grato sentido del humor.  ¿Es esta idea del humor accidental o intencional?

Intencional es todo lo que haces y no cambias.  El humor no es solo un buen chiste, el humor es dejar que las cosas terminen diferente a cómo las empezaste. El humor es todo aquello que no es lineal.  Soy un gran admirador del humor, es algo muy precioso.  El humor nos permite, musicalmente, analizar, re-pensar y cambiar las cosas.

Muchos de estos constantes cambios son muy presentes en cada pieza de MOM.  Nunca terminan las cosas como inician.

Cada idea que tenemos, sí termina como la planeamos. Al principio es como una linea derecha que no tiene sentido para nosotros y es algo que no nos gusta hacer.  Estamos en un punto en que sabemos tantas cosas, tenemos un gran acervo de conocimientos, ideas y cultura que no podríamos hacer cosas constantes y lineales.

Diskdusk, en donde MOM y amigos protestan a favor de un abstracto final del mundo.

¿Qué representa esto en nuestra cultura?, en donde nos repetimos constantemente y en donde no tenemos que poner mucha atención a algo para darnos cuenta de qué se trata.

Es como en la publicidad, una de las formas mas avanzadas de comunicación, en donde toda la información es sintetizada en 15 segundos de tiempo para los medios.  Esto no significa que todo tiene que ser accesible en 15 segundos, pero significa que lo podemos hacer.  Es como toda esa música que pretende ser avanzada, como el minimalismo, pero que en realidad es algo fácil y relativamente seguro de hacer.  Es algo que conoces y que tal vez no cambie tu percepción acerca de las cosas. 

En el contexto de MOM, ¿qué tanto más se pueden cambiar las cosas? Debe haber un limite y tal vez regresar al origen de las cosas.

Creo que hemos ya pasado esa linea, la forma de cambiar cosas.  Y no solo nosotros, sino la sociedad como tal.  Ya no podemos cambiar más.  Cómo la sociedad se ha desarrollado, la idea del poder y cómo gobiernas a la gente.  La forma en cómo la sociedad está organizada.  La forma en que cada utopía se ha desgastado y terminando.  Creo que hay otras alternativas de utopía qué explorar, por ejemplo, el internet como acercamiento para componer música.  Otras alternativas de utopías serian los grupos de personas con ciertos intereses en común, nichos, por así decirlo, comunidades que estén desarrolladas con base en sus propias formas de pensar que tal vez sean perversiones o cualquier actitud extrema de ver el mundo.

En ese caso, pues el internet ha provisto de esos foros para ese tipo de comunidades.

Así es, todo esto ya es posible, existe y tiene un paralelo con el desarrollo de la música de Mouse on Mars.  En donde ya no hay nada más por qué vivir, en donde se puede expresar todo lo que sientes, hablar de lo que quieras, abierta o secretamente a travez de la tecnología, en donde la tecnología es la promesa última que todo eso que es imposible hoy y que será posible en el futuro.  Y si la gente no construye esa promesa final, tú la puedes construir en tu computadora.  Y esto a su vez sería el fin de cualquier utopía y el fin de la historia misma.  Un lugar en donde la cultura no cambia nada, la guerra no cambia nada, no hay terrorismo, nada se discute, no hay nada en contra de nada y en cierta forma pues todo estaría muerto.  Y en cierta forma, para mí es lo que sucede con Mouse on Mars, en donde los modelos de pensamiento que aplicamos para crear música, utopias musicales, si así lo quieres llamar, pues han llegado a cierto final.

¿Actualmente qué busca MOM, conceptualmente, para crear música?

En donde estamos ahorita, en cuanto a forma de pensar, pues no existe ninguna utopía qué perseguir, no la veo en ningún lado.  Para nosotros ahora son cosas palpables y no intangibles.  Incluso el internet, es más el riesgo lo que representa que la esperanza que mucha gente busca ahí. No hay nada interesante cuando la gente lo utiliza para comprar cosas.  Si te metes ahí, todo lo que haces es controlable.  Cualquier cosa que hagas digas o emitas es totalmente rastreable.  No hay intimidad.  ¿Y esto se supone que es el futuro? Creo que el internet va más allá del Big Brother de Orwell, ya que aquí la gente se deja observar y controlar.

Es como la teoría del panopticón, en donde la gente se siente más segura al ser observada por cámaras, con el argumento de que es “para su propia seguridad”.

Sí, exactamente.  El tratar de eliminar el miedo a lo desconocido, inclusive el protegerse de uno mismo.  Y al final de cuenta a lo que uno no le tiene miedo es a otra gente sino a uno mismo.  Como que esa presión que el arte ejercía en la sociedad se ha desvanecido, vivimos en una cultura en donde tal vez eso ya no impacte nada y sea todo algo totalmente egoísta.

¿O hasta elitista?

No sé, tal vez esto sea para los más privilegiados.  A lo mejor hacemos algo que divide a los controlados de los no controlados, en donde los no controlados se toman el privilegio de decir que no importa si tienen o no dinero o lo que piensen de ellos.  Como nosotros, que nos tomamos el privilegio de inventar cosas para nosotros pero que no sé hasta donde es su alcance o qué tan importante esto pueda ser.  Sólo puedo ver que si realmente nos concentramos lo nuestro, aún podemos tener la idea o al menos pretender de que hay mucho qué hacer y mucho por venir.

MOM en la portada de The Wire en 1999.

¿Habrá un sentido de satisfacción en su trabajo hasta hoy?

Lo que pienso es que lo que hacemos realmente es obsoleto.  Al momento no le veo el sentido de el por qué la gente compre nuestros discos.  No podría decirte por qué la gente debería de venir a ver nuestro show en vivo. Lo que veo es que la gente al menos quiere la idea de lo que somos nosotros y para eso yo tengo mucho respeto.  Siempre tengo la sensación de que estamos preparados para perder todo lo que hemos logrado y que es bueno sentir eso, el desaparecer o tronar.  Existe el riesgo de que tal vez no nos sintamos a gusto con eso pero me gusta la idea de ese reto.

La idea de empezar de nuevo, de cero.

Es que eso eleva la energía, te pone atento y es un sentimiento que hace caer en cuenta de que realmente vives.  Entre mayor seguridad tengo más cansado me siento.  Me gusta cuando las cosas no llevan una rutina, cuando no sabes qué es lo que sigue.  La idea de que tal vez todo sea diferente.  Lo que sí es seguro es que ya no nos sentimos tan confortables con la música que hacemos y estamos preparados para no continuar, pero al mismo tiempo esta incertidumbre te permite continuar.  Definitivamente nuestra percepción ha cambiado, especialmente con el último disco, en donde nos dimos cuenta que habíamos ignorado muchos elementos en el pasado.  Definitivamente haremos otro disco, pero aunque para nuestros oídos suene diferente la verdad no espero a que alguien más note la diferencia. 

Mucho de lo que hace MOM, los proyectos y colaboradores que giran alrededor del grupo, coquetean con la idea de experimentación de sonidos electrónicos. Pero de repente siento, incluso por parte de ustedes, que no es gran cosa hacer lo que hacen.

Hace cinco años era impensable de que pudieras llenar un CD con 75 minutos de ruido generado por computadoras y que se le llamara música, en esencia a lo que nosotros llamamos el “final de la música”.  Pero no veo que esto este propiciando un debate o causando un escándalo como la música de John Cage logró en su tiempo.  Sí, la gente compra esa música, la escucha y piensa que es “cool”, pero hasta ahí.  Siento que el final de la música más bien tiene que ver con la idea del lenguaje o de la arquitectura o de algún sistema que sea movible e intercambiable, que te pueda dar diferentes perspectivas en lo que es y diferentes conclusiones acerca de las perspectivas.  No es acerca de una idea de lo que la música es o deba ser, de cualquier forma nada es únicamente una sola cosa.  Para mí el final de la música debe crecer con la varias posibilidades que se le presentes al que la percibe como tal y que crezca para ver más de lo que representa. Que diga desde el principio que no se trata de una sola cosa.  Que sea día y noche a la vez, cada vez.  Siento que mucha música tiene este potencial, tal vez toda, pero no se hace intencionalmente de esta manera y hasta lo puedes escuchar.  Para Mouse on Mars es claro que esta realidad nos impulsa a seguir adelante, aunque musicalmente pensemos que no haya nada mas que añadir a la ecuación musical.  Más bien sería, qué tanto puedes romper algo y que al mismo tiempo lo puedas transformar en algo que tenga sentido.  No en el sentido que tuvo al inicio, sino qué tanto sentido se le puede añadir y encontrar en esta reconstrucción.

Mouse on Mars, en vivo en 1999.

Entrevista originalmente publicada en La Banda Elástica, por ahí del año 2000, creo.


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