Lawrence quiere ser melancólicamente feliz

El productor alemán Lawrence (Peter Kersten) viene por primera vez a México a presentarse en MUTEK MX y esto es causa de regocijo para aquellos engranados que llevan desde el año 2000 siguiendo sus pasos. Y no es para menos, Lawrence es un productor de culto dentro del mundo de la música electrónica bailable, gracias a su detallado tecno y house de corte ambiental es uno de los productores más finos y respetados por ese afán de querer darle belleza a la pista de baile. Los que escuchan casualmente la música de Lawrence dicen experimentar un sentimiento similar al de despertar después de haber soñado bonito.

La música de Lawrence ha sido editada en Dial, el sello Kersten que dirige desde Hamburgo, Alemania, pero su pedigree es internacional, habiendo también sacado discos en Kompakt, Ghostly, Novamute, Mule, Pampa, Smallville, Cocoon y Ladomat 2000. Todos sellos gourmet de electrónica minimalista.

Buscamos por cielo y tierra a Lawrence, hasta por fin dar con su correo personal. Al principio tardó en contestarnos, pero finalmente resultó ser amable y elegante en sus respuestas, al igual que en su música. Lo más reciente de Peter Kersten bajo su pseudónimo de Lawrence es el EP Blue Mountain para el sello Mule Musiq. Y está a punto de sacar un disco con Christian Naujoks y Richard Von Der Schulenburg titulado Sky Walking; “música rara” cuenta Kersten sobre la colaboración que también da origen a un subsello en Dial, también llamado Sky Walking.

Tus discos se sienten como si hubiera un sentido de “adiós” cuando finalizan. Siempre pienso que será tu último disco. Pasa el tiempo y eventualmente regresas con nueva música.

Amo la idea de terminar un álbum con un sentir de despedida, como que algo ya terminó pero que sigue resonando en la mente de uno. Un “adiós” marca un cambio, algo nuevo está por llegar.

Algunos títulos de tracks en tus discos reflejan estados de ánimo y situaciones. Para ser música que supuestamente es bailable, siempre hay este aspecto cinemático que hace fluir en vez de mover. ¿Cómo puede uno soñar mientras baila?

La música bailable nunca fue algo funcional, como una formula para hacer a la gente feliz. Siempre me gustó la idea de miles de momentos inexplicables en la pista de baile. ¿Por qué cierta música nos hace sentir raros e increíbles a la vez?, ¿qué sucede en esos momentos mágicos? Mientras produzco música probablemente aíslo esos sentimientos en lugar de concentrarme en lo común.

Imágenes en blanco y negro, minimalismo, simplicidad, la noche y la elegancia permean tu trabajo y el de los artistas de tu sello. ¿Cuál es tu idea detrás de estas estéticas?

Mientras el mundo se hace cada vez más feo es nuestra misión es pelear por la elegancia y la belleza. Caminando por las calles de Berlín y ver todas estos muros auto photoshopeados me inspiran una profunda depresión, al igual que ver portadas comunes y corrientes para discos. La única manera de rechazar esto es creando belleza o ayudando a la gente crearla. Eso es lo que yo y mis amigos hacemos con nuestros sellos discográficos, galerías y en la vida diaria.

Conceptualmente parece haber una sensibilidad que es personal, temporal y espacial en la mayoría de tu trabajo, ¿cómo llegaste a ese acercamiento?

Tal vez lo personal, lo temporal, y lo espacial en la música siempre ha tenido un gran efecto en mi. Pero no diría que soy una persona melancólica que se deja hundir en sentimentalismo. Eso no cuadraría mientras trabajo en otros emocionantes proyectos al mismo tiempo.

En cuanto al sonido, ¿hubo alguna vez una arquitectura de sonido que tuvieras en mente o fue algo que descubriste a lo largo del camino?

Producir música para mí es un proceso muy introvertido. Seguramente estoy inspirado en otros músicos todo el tiempo, pero el proceso en sí es un juego mental, como aventarse un clavado hacia el sonido.

La frecuencia del amor es a 528Hz, ¿haz utilizado eso en tu música?

Qué nerd y romántico eso, ¡maravilloso!. ¿Cuándo escuchamos una canción de amor basada en una ola sonora de 528Hz? Honestamente no sé mucho acerca de frecuencias. Aún soy un diletante de la producción o digamos que no estoy tan interesado en la técnica y la física. Solamente escucho mucha música, esa es mi escuela.

¿Cuál es la frecuencia sensible (o estado mental) cuando creas música entonces?

La euforia es tal vez el mayor impulso para trabajar en música. Sí, la posición inicial es de índole eufórica, aunque la música sea tranquila o deprimente.

Hemos escuchado mucho de tu trabajo anterior recientemente (Absence of Blight / Night Will Last Forever) y parece que han envejecido bien. ¿Escuchas tu trabajo anterior para reflexionar en técnicas y sonido?

Casi nunca escucho o pongo música vieja hecha por mí. Inviertes tanto tiempo y emociones produciendo un disco que cuando sale, ya lo escuchaste por tanto tiempo, una y otra vez.

¿Cuáles son tus lugares favoritos del mundo para estar, bailar, pensar… o lo que sea?

Hay varios lugares en los que imagino solamente estar. Eso me hace apreciar mucho el viajar. ¡Adoro lugares increíbles! Pero los mejores lugares son aquellos en donde están mis amigos y no importa si es un jardín botánico en Lisboa o un lindo bar de sake en Tokio, un centro comercial en Edimburgo o mi lugar favorito de papas fritas en Hamburgo.

A pesar de tener tus propios medios y sello discográfico, siempre editas en otros sellos. ¿Qué es lo que te atrae como artista a otro sello y cómo aplicas eso a tu propia experiencia como jefe de disquera?

Simplemente es bueno intercambiar música con amigos que pertenecen a este extraño microcosmos del que somos parte. Ayuda a crear este sentir de familia. Buena gente, buen amor y buena música en mi vida, eso realmente me hace feliz.

Preguntas por Ejival y Karla Villapudúa. Artículo originalmente publicado en Noisey (VICE) en octubre del 2014.


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