El Bristol musical secreto

Cuando se habla de la escena musical de Bristol regularmente se piensa en Massive Attack, Tricky y Portishead, los pilares del trip-hop, quienes emergieron del colectivo y soundsystem Wild Bunch para trascender internacionalmente a otros planos comerciales.

De manera similar, por la misma época, desde su recamara, Dave Pearce y Rachel Brook iniciaron en Bristol una revolución musical más discreta con su proyecto Flying Saucer Attack. Con un sonido casero, abstracto e introspectivo, el sonido de Flying Saucer Attack tocaba tangencialmente el noise pop de The Jesus and Mary Chain, la psicodelia de Spacemen 3 y los acercamientos pastorales de la banda alemana Popol Vuh. Ellos bautizaron su sonido como psicodelia rural.

Flying Saucer Attack sirvió como semillero para toda una serie de proyectos que se desprendieron de ahí, creando un movimiento silencioso que solo era encontrado en los recovecos de tienditas independientes de música y reconocido por algunos cuantos escribas en revistas underground de aquel momento.

Kate y Rachel de Movietone

De Flying Saucer Attack se desprende Movietone, con Rachel Brook, Kate Wright, Matt Jones, Sam Jones y Matt Elliot. Movietone oscilaba entre la improvisación jazz y el sonido baja fidelidad de Flying Saucer Attack, pero con un tono refinado, jazzeado sin perder lo bucólico.

A su vez, Kate Wright, Sam y Matt Jones tenían su propia banda Crescent, la base rítimica de Movietone. Crescent eran más experimentales al inicio en sus aproximaciones de jazz y sonidos noir, más tarde se enfocarían a sonidos acústicos manchados por la oscuridad urbana de Bristol.

Matt Elliot no solo colaboraba con Flying Saucer Attack y Movietone, sino que su proyecto The Third Eye Foundation terminó siendo tal vez el único objeto musical que logró combinar el noise con el drum & bass para después convertirse en un respetado proyecto de música electrónica menos experimental.

Otro colaborador de Flying Saucer Attack, Crescent y Third Eye Foundation es Richard F. Walker, que con su proyecto AMP, entre post-rock e incantaciones cósmicas, es tal vez el proyecto del Bristol secreto que más se acerca al sonido trip hop, pero siempre con ese sonido crepuscular y ruidoso que caracteriza a estas bandas.

El proyecto más extraño de esa familia tiene que ser el de Debbie Parsons, quien también colaboró con Matt Elliot en Third Eye Foundation. Su proyecto Foehn recurre a una abstracción que es tan fascinante como perturbante y realmente representa mucho de esa ansiedad urbana que el tip hop logra filtrar tan elegantemente en un trabajo como el Maxinquaye de Tricky. En manos de Parsons, esa mugre se traduce a un universo profundo y crudo que hay que abordar sin temor al vertigo.

Lo que nos lleva a cerrar el círculo con la última entrega de Flying Saucer Attack, un álbum de temas instrumentales después de su último lanzamiento en el año 2000. En Instrumentals 2015, de acuerdo a NPR, la sensación original de Flying Saucer Attack permanece “con paciencia y reverencia, lleno de sonidos de guitarra que son himnos cinemáticos más allá de imágenes o palabras concretas”.

Texto originalmente publicado en Noiselab, 9 julio, 2015.


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